Gears of War. Nunca imaginaríamos que tres nuevas palabras darían otro sentido a las siglas GOW, que ya parecían propiedad inexpugnable de Sony y su God of War. Y es que Gears of War fue, a finales de 2006, una de las mejores cosas que le han sucedido al género de la acción en los últimos años. Sin aportar nada excesivamente novedoso, y con una historia algo más hueca de lo que cabía esperar, la primera aventura de Marcus Fenix se erigió con todo merecimiento como el título más brillante de ese año.

Gears of War 2 no va a ser sólo un “más y mejor” de la primera parte, sino que va a redefinir muchos aspectos de ésta, manteniendo al mismo tiempo intactas sus más características propuestas jugables. Con una historia muy superior, con una mayor variedad jugable y dotado de unas fascinantes mejoras tecnológicas, el título de Epic tiene madera para ser el mejor videojuego de 2008.